viernes, 5 de enero de 2024

LA NOCHE DE REYES MAGOS DE ORIENTE

 
 

LA NOCHE DE LOS REYES MAGOS
 
Hoy desperté con un sentimiento de melancolía y una pizca de emoción y tristeza, ‎recordaba muchas cosas de esta mañana tan especial cuando eres niño y ahora ‎cuando sacas la niña que llevas dentro...‎
 
Anoche ya tenía mariposas en el estómago y recordaba las cabalgatas de Reyes ‎con mi madre y mi hermana en la calle de la Paz, y luego con mis niños y mi ‎sobrino la ilusión de ver los Reyes en sus carrozas, esas caritas no las olvidaré ‎jamás...‎
 
De mi infancia, recuerdo una noche en que mi hermana y yo acordamos ‎quedarnos a vigilar para ver pasar los Reyes al comedor y pillarlos "Infraganti" ‎vamos, yo quería preguntarles por qué la mayoría de veces me traían cosas que no ‎pedía y se les olvidaban las otras... eso sí, la mistela y los dulces se lo zampaban y ‎no lo veía muy claro eso...‎
 
Recuerdo que aquella noche nos pusimos a vigilar a los pies de la cama las dos, y ‎mi hermana tenía miedo porque mi madre nos dijo que si nos veían despiertas ‎pasarían de largo y nos traerían carbón... Mi hermana se durmió al poco rato ‎porque no aguantaba mucho despierta y me decía muchas veces que escuchaba ‎los cascabeles de los camellos por la calle…. 
 
Yo me mantuve firme, estaba ‎dispuesta a pillarlos y en un momento empecé a escuchar ruidos por la calle y en ‎el pasillo... fue entonces cuando recordé la advertencia de mi madre y me metí ‎corriendo en la cama, me tape cabeza y todo muy quietecita... para que no me ‎vieran despierta... ‎
 
Tendría unos seis años y mi hermana 3. Me dormí con los ojos muy apretados por ‎si acaso venían a verme, la emoción era tanta que yo sentí como me quitaron la ‎sabana... podría jurar que fue Baltasar porque no tenía barba cuando en beso en ‎la cara...‎
 
A la mañana siguiente desperté con gritos a mi hermana ¡¡Ya han venido los ‎Reyes!! Y corríamos por el pasillo hasta el comedor...
La puerta como siempre ‎estaba cerrada, porque esa habitación era como una gran caja de sorpresas que ‎solo usábamos en Navidad... Abrí la puerta y buahhhhhhh.....
La mesa del ‎comedor nos pareció un castillo altísimo, repleto de juguetes, estaba llena de ‎cosas... ‎
 
Dos cocinitas, una más grande que otra, Dos camitas de muñecas, dos cunitas con ‎dosel de color rosa, el muñeco Nenuco de Famosa y otra que se llamaba ‎‎"Rabietas", cacharritos, cuentos, dulces, y dos carritos de bebe... todo en dos ‎tamaños por cierto la cocinita tenía un depósito y salía agua por el grifo ... Toda ‎una novedad.... era todo tan mágico que aún escucho a mi hermana gritando ‎‎...¡mira! mira!... y el muñeco que andaba solo con pilas.. Vaya tela que chulo...‎
Ayer me sorprendió mi hermana contándome que guardaba su Nenuco, la ‎muñeca Nancy y algunas otras más (Yo como siempre me mato la curiosidad, el ‎mismo día de reyes le cortaba el pelo e investigaba que había dentro de las ‎muñecas para que hablaran o andarán, no he sido de muñecas, me gustaban más ‎los juegos de habilidad, montaje y libros) Así que tengo pocas cosas de pequeña. ‎
Mi madre hacía especial cada noche de Reyes, le gustaba salir esa noche a ver los ‎tenderetes del Mercado central y era cuando compraba los dulces y alguna cosilla ‎más. Supongo que como tantos padres, su infancia fue muy dura y se desquitaba ‎de esa pena, haciendo con nosotras lo que le hubiera gustado tener a ella.
Y lo ‎conseguía siempre. A veces, da mucha rabia crecer y perder esa ilusión que ‎renace cuando tienes niños en casa...‎
 
Nosotras hemos seguido la magia de la noche de Reyes. Yo siempre intentaba que ‎mis hijos vivieran esa misma ilusión... íbamos a la cabalgata, donde tiraban ‎muchos caramelos y disfrutaban con mi sobrino. Y en casa, pues hubo unos ‎años mejor que otros como todas las familias, pero siempre intente cumplir sus ‎sueños y era muy especial.‎
 
Recuerdo con mucha nostalgia, las veces que mi hijo Christian había visto los ‎camellos y los pajes reales en la plaza detrás de casa…. O Sergio vio muchas veces ‎la capa de Melchor bajando la escalera… ¡Será por imaginación!... Cuanto daría por ‎revivir esta noche con ellos…‎
 
En Navidad, escondía una botella vacía de cava y la noche de Reyes poníamos los ‎zapatos en la ventana, con pan y leche para los camellos y en la mesa tres copas ‎para los reyes y una botella de cava con turrón... Era un festín, el cual dejaba ‎constancia del atracón de los Reyes Magos, dejando la botella vacía y la bandeja ‎de turrón sin rastro. Mi hijo Christian siempre decía que si bebían una botella en ‎cada casa….. Mosqueo… Y Sergio le decía que eran Magos y por eso podían con ‎todo.‎
 
Yo me pasaba la noche decorando el salón con globos, y arreglando el lugar ‎donde los Reyes debían de poner los juguetes para mis pequeños, Sergio y ‎Christian...
Y era super emocionante cuando les despertaba y entraban en el salón ‎y veían las cajas y abrían los paquetes con esa emoción tan difícil de expresar ‎porque era tan emocionante que no encuentro las palabras.‎
 
‎ En ellos intentaba revivir esos momentos de mi infancia. Luego se hicieron un ‎poco más mayores y cuando nos quedamos los tres solos, fue muy difícil y a veces ‎los reyes pasaban y alguna vez dejo una nota con algún juguete pendiente, que ‎prometía mandarlo para el cumpleaños. Y nunca, se lo tomaron a mal, porque ‎sabían que los Reyes tenían que repartir con otros niños como ellos, y a veces no ‎podían cargar todo lo que se pedía, pero siempre intentaban que lo más deseado ‎estuviera en sus regalos más queridos, y se cumplió cada año.‎
 
Creo que lo más importante es el recuerdo que queda en nuestro corazón de ‎nuestra infancia, la de nuestros hijos y quizá algún día de nuestros nietos...
 
Hay ‎que vivir el momento y no perder esa magia aunque seamos adultos... porque los ‎recuerdos no se pueden abrazar, pero viven en nuestro corazón eternamente...‎
 
Nunca te quedes sin un sueño por cumplir, un beso por entregar y un deseo que ‎te haga sentir especial. Porque la vida es muy corta y tienes que disfrutar que lo ‎malo viene solo. 
 
Sé feliz, es tu momento.‎ Felices Reyes
Azalea Emy